El exlíder de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, es el presidente electo de Brasil tras ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales este domingo.
Con el 99% escrutado, Lula — el longevo líder del Partido de los Trabajadores (PT) — obtuvo el 50,85% de los votos, asegurando la victoria sobre su oponente de ultraderecha, Jair Bolsonaro, quien quedó atrás por poco más de un punto y medio con el 49,15%, según el Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE).
“Llegamos final de una de las elecciones más importantes de nuestra historia. Una elección que puso frente a frente dos proyectos de país contrapuestos, y que hoy tiene un solo y gran vencedor: el pueblo brasileño”, dijo Lula en su discurso de victoria desde Sao Paulo.
“Considero que tuve un proceso de resurrección en la política brasileña. Intentaron enterrarme vivo y ahora estoy aquí para gobernar el país”, señaló da Silva, quien regresa al poder después de haber sido investigado, condenado y encarcelado por corrupción en 2017. Cuatro años después, un tribunal desestimó su condena allanando el camino para su resurgimiento político.
“Esto no es una victoria para mí, ni para el PT, ni para los partidos que me apoyaron en esta campaña. Es la victoria de un inmenso movimiento democrático que se formó, por encima de los partidos políticos, de los intereses personales y de las ideologías, para que triunfara la democracia”, agregó Lula en su discurso.
Además, el ex líder sindical dijo que su principal objetivo es acabar con el hambre y aseguró que “Brasil está listo para retomar su papel de liderazgo en la lucha contra la crisis climática, protegiendo todos nuestros biomas, especialmente la Selva Amazónica”.
Lula se impuso en la primera vuelta con el 48,3%, mientras que Bolsonaro obtuvo el 43,2%, pero ni Lula ni Bolsonaro obtuvieron más del 50% de los votos el pasado 2 de octubre, lo que obligó a la segunda vuelta de este domingo.
Más de 156 millones de personas eran aptas para votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Las urnas abrieron a las 7 a.m. y cerraron a las 4 p.m. (hora de Miami) en la capital de Brasil, Brasilia, y el sistema de votación electrónica del país confirmó los resultados poco más de dos horas después de que concluyera la votación.
Ambos candidatos votaron temprano el domingo. Lula votó en una escuela pública en el área metropolitana de São Paulo y Bolsonaro emitió su voto en Río de Janeiro.
Con una camiseta amarilla y verde, los colores de la bandera brasileña, Bolsonaro dijo: “Si Dios quiere, saldremos victoriosos más tarde hoy. O, mejor aún, Brasil saldrá victorioso”, tras votar en un colegio electoral del barrio Marechal Hermes de la ciudad.
Los partidarios de Lula da Silva llenaron la Avenida Paulista de São Paulo el domingo por la noche después del cierre de las urnas. El ambiente era de celebración incluso antes de que se anunciaran los resultados, con vendedores ambulantes vendiendo cerveza y comida.
Tensiones antes de la votación
La elección se produjo en medio de un clima político tenso y polarizado en Brasil. Actualmente, el país enfrenta una alta inflación, un crecimiento limitado y pobreza creciente.
Ambos candidatos habían usado esta elección para atacarse mutuamente en todo momento, y la ira creciente eclipsó las encuestas y los enfrentamientos entre sus simpatizantes dejaron a muchos votantes temerosos de lo que está por venir. Los votantes en Sao Paulo le dijeron a CNN que estaban ansiosos por terminar esta temporada electoral lo antes posible para que el país pueda seguir adelante.
Si bien no hubo informes de violencia política este domingo, los aliados de Lula da Silva acusaron a la policía de bloquear los autobuses y automóviles que transportaban a los votantes de Lula para que no llegaran a las urnas. Sin embargo, el Tribunal Superior Electoral (TSE), que dirige las elecciones de Brasil, señaló que a nadie se le había impedido votar y se negó a extender el horario de votación, informó Reuters. La Policía Federal de Carreteras dijo que había cumplido con las órdenes judiciales, agregó.
La contienda presidencial de Brasil estuvo marcada por el debate sobre la posesión de armas, mientras ambos candidatos cortejaban a los cristianos evangélicos, que se estima que representan más del 30 por ciento de la población del país latinoamericano.
“Viva Lula”, líderes de todo el mundo reaccionan al triunfo del ex líder sindical
“Ganó Lula, bendito pueblo de Brasil. Habrá igualdad y humanismo”, escribió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su cuenta oficial de Twitter tras conocerse la victoria de Lula.
Otros mandatarios latinoamericanos como el presidente de Argentina, Alberto Fernández, felicitaron a da Silva por su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país: “¡Felicitaciones @LulaOficial! Tu victoria abre un nuevo tiempo para la historia de América Latina. Un tiempo de esperanza y de futuro que empieza hoy mismo”, escribió el mandatario argentino en Twitter.
Mientras que el de Colombia, Gustavo Petro, tuiteó: “Viva Lula”.
“Lula. Alegría!”, dijo, por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric.
“¡Felicidades hermano @LulaOficial, presidente electo de #Brasil! Tu victoria fortalece la democracia y la integración latinoamericana. Estamos seguros que conducirás al pueblo brasileño por el camino de la paz, el progreso y la justicia social. ¡Jallalla Brasil”, escribió Luis Arce, presidente de Bolivia.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, aplaudió el regreso de Lula al poder: “#Cuba te felicita, querido compañero. Atrasaron tu victoria con métodos atroces, pero no pudieron impedir que vencieras con el voto del pueblo. Regresa @LulaOficial, regresa el @ptbrasil, regresará la justicia social”.
“¡Qué vivan los pueblos decididos a ser libres, soberanos e independientes! Hoy en Brasil triunfó la democracia. ¡Felicitaciones Lula! ¡Un Gran Abrazo!”, escribió Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en Twitter.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó a Lula y calificó las elecciones de Brasil como “libres, justas y creíbles”. A través de un comunicado, Biden dijo que espera “trabajar juntos para continuar la cooperación entre nuestros dos países en los meses y años venideros”.
En tanto, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo que “tengo muchas ganas de trabajar con
@LulaOficial para fortalecer la asociación entre nuestros países, generar resultados para los canadienses y los brasileños y promover prioridades compartidas, como la protección del medio ambiente. ¡Felicidades, Lula!”.
Los líderes europeos también se unieron a las felicitaciones después de que Lula ganará la presidencia de Brasil.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tuiteó: “Enhorabuena, @LulaOficial, por tu victoria en estas elecciones en las que Brasil ha decidido apostar por el progreso y la esperanza. Trabajemos juntos por la justicia social, la igualdad y contra el cambio climático. Tus éxitos serán los del pueblo brasileño. ¡Parabéns, Lula!”.
Mientras que, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, también envió sus felicitaciones a Lula en un tuit donde dijo que “juntos, uniremos fuerzas para enfrentar los muchos desafíos comunes y renovar el vínculo de amistad entre nuestros dos países”.
Con el triunfo de Lula, regresa la izquierda a Brasil
Lula da Silva fue presidente durante dos mandatos, de 2003 a 2006 y de 2007 a 2011, en los que dirigió al país a través de un auge de las materias primas que ayudó a financiar enormes programas de bienestar social y sacó a millones de personas de la pobreza.
Dejó el cargo con un índice de aprobación del 90 %, un récord empañado por la investigación de corrupción más grande de Brasil, denominada “Operación Lava Jato”, que condujo a cargos contra cientos de políticos y empresarios de alto rango en toda América Latina. Fue condenado por corrupción y lavado de dinero en 2017, pero un tribunal desestimó su condena en marzo de 2021, allanando el camino para su resurgimiento político.
Bolsonaro se postuló para presidente en 2018 con el conservador Partido Liberal, haciendo campaña como candidato político y anticorrupción, y ganándose el apodo de “Trump de los trópicos”. Bolsonaro, una figura divisiva, se ha hecho conocido por sus declaraciones grandilocuentes y su agenda conservadora, que cuenta con el apoyo de importantes líderes evangélicos del país.
No obstante, la pobreza creció durante su presidencia, y sus niveles de popularidad se vieron afectados por su manejo de la pandemia, que descartó como la “pequeña gripe”, antes de que el virus matara a más de 680.000 personas en el país.
El gobierno de Bolsonaro se caracterizó también por su apoyo a la explotación despiadada de la tierra en la Amazonía, lo que ha llevado a cifras récord de deforestación. Los ambientalistas advirtieron que el futuro de la selva tropical estaría en juego en esta elección.
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