En el marco de la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición y como parte de las alianzas establecidas para reforzar la seguridad alimentaria en Chiquimula, se presentaron algunos de los avances alcanzados mediante la Estrategia Integral de Combate contra la Desnutrición Crónica Infantil.
Se trata de un proyecto impulsado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Programa Mundial de Alimentos (PMA), donde las intervenciones se iniciaron en 2020 y durarán 4 años.
El presupuesto asignado es de 16.5 millones de euros (131.8 millones de quetzales), de los cuales 15 millones son aportados por la Unión Europea y el resto por Unicef.
Tales recursos permiten financiar diversas medidas centradas en aspectos como:
- Salud y nutrición
- Agua
- Saneamiento e higiene
- Comunicación para cambio comportamiento y educación
Los principales beneficiaros son niños de zonas más afectadas por la desnutrición en Chiquimula. Hasta ahora, la estrategia ha propiciado mejorar las prácticas de nutrición y desarrollo infantil. Esto se efectúa con enfoque de género y pertinencia cultural.
Cobertura
Para determinar los puntos en que se requiere de intervenciones con más urgencia, los cooperantes cuentan con el apoyo de las comisiones municipales de seguridad alimentaria y nutricional (Comusan).
Mediante la evaluación de criterios socioeconómicos, la cual se realiza durante visitas domiciliares y trabajo de campo, se establecieron las siguientes como comunidades priorizadas:
- Camotán: Shalagua, Tisipe, Dos Quebradas, Nearar, El Tular, Anicillo y Lelá Obraje
- Jocotán: Amatillo, La Palmilla, Guraquiche, Tesoro Abajo y Oquén
- San Juan Ermita: Minas Arriba, Minas Abajo, Tasharjá Arriba, Tasharjá Centro, Tasharjá Abajo, Quequesque, Roblarcito, El Coco y Magueyal
- Olopa: Las Pomas, Cumbre, Rodeo, Santa María y Nochán
- Chiquimula: San Miguel, Rincón de Santa Bárbara, El Ingeniero, Plan de Guineo y Matazano
En el informe se indica que uno de los temas en que ya se evidencian logros es en la mejora de la calidad de alimentos que se consumen. Asimismo, se ha apoyado a nivel de hogar y comunitario en asesoría sobre buena nutrición y crianza.
También se ha mostrado un fortalecimiento en las capacidades de las familias y comunidades en saneamiento e higiene, mediante la facilitación del acceso al agua.
El proyecto cuenta, además, con componentes dirigidos a reforzar el trabajo institucional en la planificación e implementación de proyectos de seguridad alimentaria y nutricional en diferentes niveles.
Los entes cooperantes efectuaron una labor encomiable mediante la Estrategia Integral de Combate contra la Desnutrición Crónica Infantil y resaltó el impacto que ha tenido en el departamento.
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