La partida de Estuardo Zapeta, confirmada el dia de ayer viernes 23 de agosto de 2024, dejando una marca imborrable en el periodismo y en la sociedad guatemalteca.
Conocido por su valentía, integridad y pasión por la verdad, Zapeta se destacó como un comunicador que no solo informaba, sino que inspiraba a una nación entera a cuestionar, analizar y defender sus derechos.
Zapeta nació en Chimaltenango en 1966 y desde joven mostró un profundo interés por la comunicación y el análisis social. Su carrera lo llevó a obtener una Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la Iowa State University y una Maestría en Antropología Social en la State University of New York (SUNY), Albany. Estuardo Zapeta al momento de su fallecimiento era candidato doctoral (PhD) en Antropología Aplicada en la misma universidad, demostrando su inquebrantable dedicación al conocimiento y la educación.
Zapeta: Un hombre de principios libertarios
Ser libertario, para Zapeta, significaba defender la libertad individual como un derecho fundamental, promover la responsabilidad personal y oponerse a cualquier forma de opresión, ya sea estatal o social. A través de su programa de radio “Libertópolis” y sus columnas en diversos medios, como el desaparecido diario Siglo XXI, Zapeta se convirtió en una voz esencial en la lucha contra la corrupción, la violencia y la ineficiencia gubernamental en Guatemala.
Su enfoque libertario no solo se reflejaba en su análisis político y social, sino también en su vida personal y profesional. Estaba convencido de que el camino hacia una sociedad más justa y próspera pasaba por el respeto a la libertad de cada individuo para tomar sus propias decisiones, siempre que no dañaran a otros. Esta filosofía permeaba cada aspecto de su trabajo, desde sus intervenciones en medios hasta sus clases en la Universidad Francisco Marroquín, donde enseñaba sobre mercados indígenas y descentralización.
Un legado que perdura
Zapeta no solo informaba; educaba y motivaba a la sociedad a ser más crítica, más informada y más activa en la defensa de sus derechos. Su estilo directo, su agudeza analítica y su habilidad para conectar con su audiencia hicieron de él una figura irremplazable en el periodismo guatemalteco.
Como catedrático, Zapeta iba más alla que dar una cátedra magistral, el curso para el se transformaba más bien en un trabajo de campo en donde los estudiantes visitan diferentes mercados de la ciudad y áreas rurales, lo que brindaba a los estudiantes la fantástica oportunidad de observar directamente la magnitud del intercambio comercial entre compradores y vendedores que desde las 4 de la mañana ya se encuentran instalando sus puntos de venta.
Desde Prensa Objetiva, extendemos nuestras más sentidas condolencias a la familia, amigos y colegas de Estuardo Zapeta. Su ausencia deja un vacío profundo, pero su legado perdurará en cada periodista que siga su ejemplo, en cada ciudadano que defienda su libertad, y en cada joven que aspire a hacer de Guatemala un país más justo y libre.
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