La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó a varias personas, entidades y embarcaciones involucradas en la venta y transporte ilícito de petróleo crudo y gas licuado de petróleo (GLP) desde Irán a Siria y Asia Oriental. Según el Tesoro de EE.UU., estas operaciones financian a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC-QF) y a Hizbulá, ambos considerados actores clave en la desestabilización regional .
Entre los sancionados, cuatro buques pertenecen a la flota del magnate sirio Abdul Jalil Mallah y su hermano Luay al-Mallah. La OFAC describió a Abdul Jalil como un “magnate del transporte ilícito”. Las sanciones buscan limitar las capacidades financieras de estos actores y detener su influencia en las actividades de grupos militantes en el Medio Oriente, particularmente Hizbulá.
Bradley Smith, subsecretario interino de terrorismo e inteligencia financiera, expresó que Irán sigue usando el comercio ilícito de petróleo y GLP para financiar sus actividades, y subrayó que EE.UU. continuará interrumpiendo las redes de compradores y transportistas que facilitan estas operaciones .
Contexto de las sanciones de la OFAC y las operaciones ilícitas
El comercio ilícito de petróleo y gas ha sido una herramienta crítica para que Irán eluda sanciones internacionales impuestas debido a su programa nuclear y su apoyo a grupos militantes. Desde el inicio del conflicto sirio en 2011, el régimen de Bashar al-Asad ha dependido en gran medida del apoyo de Irán y Hizbulá para mantenerse en el poder. Irán, a su vez, ha utilizado la venta de petróleo como una fuente vital de ingresos para financiar a la Fuerza Quds, una unidad de élite dentro de la Guardia Revolucionaria, así como a Hizbulá, con quien comparte una relación estrecha desde hace décadas .
En las últimas semanas, la OFAC ha redoblado sus esfuerzos para desmantelar las redes de contrabando marítimo. Además de las sanciones contra los buques de Mallah, el 10 de septiembre se impusieron sanciones a nueve barcos relacionados con el transporte de armas de Irán a Rusia. Esta acción forma parte de una campaña más amplia para cortar el suministro de recursos clave a Irán y Rusia en un contexto de creciente tensión global.
Repercusiones económicas y logísticas
Las sanciones impuestas por la OFAC tendrán efectos inmediatos sobre las entidades involucradas, bloqueando su acceso al sistema financiero internacional y congelando sus activos bajo jurisdicción de Estados Unidos. Las compañías navieras sancionadas no solo pierden acceso al mercado estadounidense, sino que también enfrentan dificultades para asegurar sus operaciones, ya que las aseguradoras suelen evitar cubrir barcos sancionados por temor a represalias financieras .
Además, el impacto en los mercados energéticos globales es significativo. Irán, que depende en gran medida de las exportaciones de petróleo, ha recurrido a mecanismos clandestinos para continuar vendiendo su petróleo a pesar de las sanciones internacionales. Estas ventas se realizan a menudo a precios por debajo del mercado, lo que afecta la estabilidad de los precios del petróleo a nivel global .
Sin embargo, la capacidad de Irán para eludir sanciones ha crecido con el tiempo. Irán emplea una flota de “buques fantasmas”, que navegan sin señales de rastreo y transfieren su carga en alta mar, dificultando la identificación y la interceptación de los envíos. Los buques sancionados a menudo cambian de nombre y bandera, utilizando registros en países con menor supervisión.
Desafíos en la implementación de las sanciones de la OFAC
Las sanciones de la OFAC son bien vistas por algunos aliados de Estados Unidos, como Israel y Arabia Saudita, quienes comparten preocupaciones sobre la influencia de Irán en la región. Sin embargo, países como China y Rusia se oponen a estas medidas, argumentando que exacerban las tensiones y obstaculizan la estabilidad económica en Medio Oriente.
Rusia, por ejemplo, ha sido objeto de sanciones adicionales debido a su participación en la guerra de Ucrania y su cooperación con Irán. La OFAC ha sancionado a la flota de gas natural licuado (GNL) de Rusia, lo que pone de relieve las interconexiones geopolíticas entre los mercados de energía y las sanciones impuestas a nivel global .
En cuanto a la implementación de estas sanciones, la realidad es que la OFAC y otras agencias enfrentan grandes desafíos. Las redes de contrabando marítimo operan con un alto grado de sofisticación, y muchos actores sancionados encuentran nuevas formas de seguir comerciando, ya sea cambiando el nombre de los buques, utilizando intermediarios o estableciendo nuevas compañías pantalla .
Países como los Emiratos Árabes Unidos y Singapur han sido acusados de no aplicar de manera estricta las sanciones, lo que permite a Irán seguir encontrando compradores y rutas para su petróleo. La falta de cooperación internacional en la implementación rigurosa de sanciones socava el objetivo de estas medidas .
Perspectivas a futuro
A pesar de las dificultades para aplicar sanciones de manera efectiva, Estados Unidos sigue apostando por ellas como una herramienta clave para frenar la influencia de Irán y cortar el financiamiento de Hizbulá y otros grupos. El éxito de estas sanciones dependerá, en última instancia, de la cooperación internacional y de la capacidad de la OFAC para identificar y bloquear nuevas estrategias de elusión.
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