En un vuelco sorprendente, Toyota Motor Corp anunció el martes la paralización de sus 14 plantas de ensamblaje en Japón debido a un fallo en su sistema de producción. Este inesperado revés ha llevado a una detención completa de la producción interna en la compañía automovilística más prominente del mundo.
Aunque las causas detrás de esta falla que está impidiendo a Toyota ordenar componentes aún se encuentran bajo investigación, un portavoz de la compañía afirmó que “es altamente improbable que se deba a un ciberataque”.
Desde las primeras horas del martes, la empresa tomó la decisión de suspender las operaciones en 12 de sus plantas locales, y posteriormente, durante la tarde, la medida se extendió a las dos restantes. Sin embargo, el impacto real en la producción aún permanece en un estado de incertidumbre.
Estas plantas, en conjunto, representan aproximadamente un tercio de la producción global de Toyota, según cálculos realizados por Reuters. El parón resulta ser un obstáculo significativo para la compañía que había estado esforzándose por restablecer la producción en el mercado interno después de una serie de recortes debido a la escasez mundial de semiconductores. El aumento del 29% en la producción durante enero-junio, el primero de tal magnitud en dos años, había marcado un renacimiento prometedor.
Para proporcionar contexto, la producción de Toyota en Japón durante la primera mitad del año mantuvo un promedio diario de alrededor de 13,500 vehículos, excluyendo los vehículos de los fabricantes asociados al grupo, como Daihatsu y Hino.
El recuerdo del año pasado cobra relevancia, cuando las operaciones se vieron frenadas por un ciberataque a uno de sus proveedores, limitando la capacidad de Toyota para realizar pedidos de piezas. No obstante, la compañía logró retomar sus operaciones mediante la implementación de una red de respaldo.
Sin embargo, el incidente de este martes ha tenido una serie de repercusiones. La empresa filial de Toyota, Toyota Industries, confirmó que ha suspendido parcialmente las operaciones en dos plantas de motores debido al fallo que afecta al gigante automovilístico.
Un elemento crítico en este contexto es que Toyota es líder en la aplicación de la gestión de inventarios justo a tiempo, un sistema que, a pesar de reducir los costos, también hace que cualquier complicación en la cadena de suministro pueda poner en riesgo la producción.
Aunque las causas detrás de esta última falla aún no se han esclarecido, el ambiente empresarial japonés ha estado en alerta durante los últimos días debido a informes de llamadas telefónicas hostigadoras recibidas por empresas y oficinas gubernamentales. El gobierno japonés indicó que esas llamadas probablemente tengan origen en China y estén relacionadas con la controversia sobre la liberación de agua radiactiva tratada de la devastada planta nuclear de Fukushima en el Océano Pacífico.
En medio de este escenario, las acciones de Toyota experimentaron un incremento del 0.12%, llegando a 2,439 yenes en la sesión de la tarde, después de haber pasado gran parte de la mañana en terreno negativo. Una demostración de la resiliencia de la compañía ante los desafíos que enfrenta.
Con colaboración de Satoshi Sugiyama/REUTERS
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