Urlich Gurtner, figura clave en el Consejo Nacional Empresarial, enfrenta acusaciones de lavado de dinero. Mientras algunos líderes, entre ellos Italo Antoniotti Vocal de la CNE, exigen de manera ilegítima la renuncia de la Fiscal General, Consuelo Porras, con la ulterior intención de lograr la excarcelación de su enarbolado líder, Urlich Gurtner.
Decimos que es ilegítimo debido a que según el artículo 14 de La Ley Orgánica del Ministerio Público de la República de Guatemala, solo existe una manera de remover al Fiscal General:
Artículo 14. Remoción. El Presidente de la República podrá remover al Fiscal General por causa justa debidamente establecida. Se entenderá por causa justa la comisión de un delito doloso durante el ejercicio de su función, por el cual se le haya condenado en juicio y el mal desempeño de las obligaciones del cargo que esta ley establece. Siempre se garantizará el derecho de defensa. En el caso de la comisión de un delito el fiscal General será suspendido, previa declaratoria que ha lugar el antejuicio en su contra, para que se proceda conforme la ley. Si la sentencia fuere absolutoria el Fiscal General será reinstalado en su cargo; si fuere condenatoria, será destituido del mismo, sin perjuicio de las sanciones penales correspondientes.
El problema no es la ilegitimidad con que se exige la renuncia de Porras, si no es el hecho que con las acciones de Italo Antoniotti, desentierran conexiones con la familia Mack y Anacafé que admás tocan al mismo Álvaro Colom, sin dejar de lado a Alberto Fuentes Knight fundador del actualmente suspendido partido político Semilla, que llevaría en medio de un ciclón de dudas de fraude a un desconocido a perfilarse como candidato electo a presidente de Guatemala.
En la fotografía: a la izquierda, Ulrich Gurtner; a la derecha Italo Antoniotti Vocal de la CNE; bajo desmayado por efectos del licor, el expresidente Alvaro Colom.
En los anales de la historia guatemalteca, rara vez se ha tejido un tapiz tan complejo de intereses y ambiciones. Urlich Gurtner, arquitecto de la entidad empresarial conocida como el “Consejo Nacional Empresarial”, ha emergido como una figura central en un turbulento escenario. Las acusaciones de lavado de dinero, en este juego de luces y sombras, han iluminado las sombras del poder empresarial y político en el país.
La trama se ha vuelto más intrincada a medida se evidencian relaciones nunca antes evidentes, donde ahora miembros del consejo nacional empresarial, quienes aclaman a Gurtner, ahora claman por la renuncia de la Fiscal General, Consuelo Porras. ¿La razón? Un respaldo aparentemente inverosímil al movimiento político “Semilla”. Sin embargo, las aguas no son tan tranquilas como parecen.
Tras los bastidores, una familia de gran influencia, los Mack, susurra su deseo de retomar las riendas del poder. ¿Su herramienta? Urlich Gurtner. Las raíces de esta historia se entrelazan con la Asociación Nacional del Café (Anacafé), un pilar en la economía guatemalteca. Pero eso no es todo; figuras imponentes como Kalil Musa y Álvaro Colom también emergen en este drama de dimensiones épicas, y donde las investigaciones muestran como CICIG utilizaba el recurso de VERDADES TRANSITORIAS para argumentar realidades sacadas de novela.
Lo que hace que esta historia sea aún más retorcida es el eco del pasado. Las acusaciones contra Gurtner no son una revelación reciente, sino una oscura nube que ha acechado durante mucho tiempo. El ex Fiscal de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, ahora en el centro de atención, parece haber cerrado los ojos cuando tuvo la oportunidad de actuar según la ley lo exije, ante esa oscuridad en el pasado.
En medio del convulso escenario político, una sombra ominosa se cierne sobre la libertad de prensa, revelando una trama que desafía los pilares mismos de la democracia.
En el remoto año de 2013, se desató una serie incesante de demandas judiciales que apuntaban directamente al corazón palpitante del periodismo independiente. Las imputaciones de “injuria, calumnia y difamación” se transfiguraron en herramientas destinadas a reprimir las voces críticas y doblegar a aquellos valientes que osaron desafiar la robustez del poder establecido.
La inusitada envergadura de estas demandas no se enraizaba solamente en las acusaciones per se, sino en las penas draconianas que procuraban imponer. La amenaza inminente de cinco años de confinamiento y otros cinco de prohibición para ejercer el noble arte del periodismo se erigía como una sombra ominosa, pendiendo sobre la sagrada libertad de prensa, cual espada de Damocles de la antigua leyenda. Y aún más desconcertante, entre los hilos de esta intrincada trama legal, emergía la petición de Daniel Kappeler, una figura enmarañada en este enigma legal. Su aspiración: una extraordinaria compensación de quinientos millones de dólares, en concepto de reparación por los supuestos perjuicios infligidos a FEDECOCAGUA.
Sin embargo, como en un desenlace predestinado por las fuerzas de la historia, todas estas maniobras legales culminaron en la más absoluta infructuosidad. El telón cayó sobre este capítulo turbulento, demostrando que incluso las artimañas más elaboradas no pueden eclipsar indefinidamente la luz de la verdad y la valentía.
La sociedad guatemalteca observa, atrapada entre la sorpresa y la indignación, mientras la lucha contra la corrupción y la búsqueda de la verdad se entrelazan en una danza enmarañada.
La llamada a la renuncia de la Fiscal General se convierte en un rompecabezas en constante evolución, en el cual cada pieza desenterrada revela un nuevo rincón sombrío de la realidad guatemalteca.
En los pasillos del poder, en las calles de Guatemala y en cada rincón de esta nación convulsa, la historia se despliega en capas, desafiando incluso a los narradores más agudos. Como testigos de este turbulento espectáculo, solo podemos esperar descubrir si la verdad prevalecerá sobre las sombras o si el intrincado entramado seguirá tejiendo su oscuro destino.
/KC
Siempre supe que era muy de novela la historia que inventó CICIG acera de Rosenberg.