En año preelectoral el color sí importa, aseguran los consultados, que ven campaña anticipada. El vocero, por el contrario, ve uno de los colores de la ciudad colonial.
Por Julio Sicán
En La Antigua Guatemala colocaron gimanacios al aire libre. La novedad no era el contraste de estos aparatos para ejercitarse en esa ciudad de 479 años, sino su color: morado, el mismo del partido del alcalde Víctor Hugo del Pozo, Todos.
Para Ernesto Sitamul, presidente de la Asociación IXIM para el Desarrollo Local, se trata de una campaña anticipada que favorece al jefe edil. Esta acción riñe con las buenas prácticas políticas de transparencia y respeto por la legalidad, dijo.
“Es una campaña subliminal que responde a la vieja política por lo que es reprochable que se proceda de esa manera”.
También se pronunció el conservador de la ciudad colonial, Javier Quiñónez. Recordó que el pasado 27 de julio, por orden del Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala (CNPAG), personal municipal demolió 20 planchas de concreto que servirían para instalar aparatos de gimnasia porque carecían de licencia.
El CNPAG y la comuna consensuron dónde colocarlos a fin de no dañar la imagen urbana de la ciudad y la visibilidad de algunos monumentos históricos.
Los ubicaron en la carretera hacia San Juan del Obispo (frente al Instituto Normal Antonio Larrazábal), San Pedro Las Huertas, San Cristóbal el Bajo, San Bartolomé Becerra, San Felipe de Jesús y Santa Inés del Monte Pulciano, y en la colonia La Candelaria.
“Voy a pedir que los aparatos se pinten de color negro porque el que tiene sugiere el color de un partido político”, comentó Quiñónez.
Hugo Castillo, vocero municipal, aseguró que el morado es institucional porque es parte de los colores del escudo de la ciudad, por lo que no contraviene con nada. “Los inconformes deben actualizar sus conocimientos para no ver micos aparejados”, respondió.
Antecedentes
En julio pasado los vecinos Denise Weikard, Suzanne Brichaux y Juan Domingo Pérez, denunciaron a la municipalidad ante el CNPAG por la colocación de estas planchas de concreto en varios puntos del municipio.
“Quien destruya, deteriore, dañe o transforme los bienes protegidos por esta ley será responsable del delito contra el patrimonio cultural de la nación y sancionado con la pena de seis meses de arresto mayor a cinco años de prisión correccional según la gravedad del caso”, se lee en el artículo 33 de la Ley Protectora de La Antigua Guatemala, en el cual se basaron.
El CNPAG ordenó a la comuna demoler las estructuras de concreto colocadas en El Calvario, La Candelaria, San Cristóbal el Bajo, San Pedro Las Huertas y San Felipe de Jesús.
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