El lugar elegido fue para la celebración del pontifice fue el Dispensario Pediátrico “Santa Marta” en el Vaticano, donde más de 200 familias y niños fueron parte de este emotivo evento.
El Dispensario de Santa Marta, conocido por su labor en la atención pediátrica, fue el escenario de esta festividad atípica. La participación activa de médicos, voluntarios y, por supuesto, los niños tratados en el dispensario, creó un ambiente lleno de alegría y camaradería.
La celebración incluyó cánticos, bailes y hasta un “pequeño espectáculo circense”, diseñado para brindar momentos festivos y divertidos a los asistentes. Uno de los momentos destacados fue la presentación de una torta de cumpleaños, con una sola vela, que simbolizó la unidad y la esperanza.
En un gesto simbólico, los niños presentes tuvieron el honor de ayudar al Papa a soplar la vela de la torta. Este acto no solo enfatizó la conexión cercana del Papa Francisco con la comunidad, especialmente con los más jóvenes, sino también su compromiso con la humildad y el servicio.
“La gratitud es la memoria del corazón. ¡Los mejores deseos Papa Francisco!”, se lee en la torta, cuyo dibujo fue elaborado por los niños del Dispensario y representa al Pontífice de la mano a los pequeños de todo el mundo. El pastel fue elaborado por el pizzero Vincenzo Staiano que, como cada año, llevará la vela soplada por el Papa hasta el Santuario de Nuestra Señora de Pompeya.
La elección del Papa de celebrar su cumpleaños de esta manera, alejándose de las festividades más formales asociadas comúnmente con figuras de su estatura, resalta su deseo de compartir momentos significativos y auténticos con aquellos a quienes sirve. Este gesto refuerza el mensaje de empatía y dedicación del Papa Francisco hacia la niñez y su bienestar.
El Dispensario Santa Marta es una estructura pediátrica de la Santa Sede que desde hace más de cien años brinda ayuda a madres y niños en dificultad, gracias a los voluntarios, médicos y no médicos. “Debemos prepararnos para una gran fiesta que será la próxima semana: la Navidad. La fiesta en la cual pensamos y recordamos cuando Jesús vino, vino para estar con nosotros. Pensemos, preparemos el corazón para la Navidad, para recibir a Jesús”, alentó el Santo Padre a los niños del Dispensario. Luego, el Papa Francisco invitó a los pequeños a cerrar los ojos y preguntarse qué desean pedirle al Niño Jesús. “Les deseo una feliz Navidad”, expresó, “siempre con la sonrisa, y que el Señor les dé todo lo que quieren”.
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